viernes, 5 de noviembre de 2010

5-11-10

En la vida, como con la verdad
todo duele y siempre podría ser mejor.
Habitualmente, gana el que sabe más callar,
como el más inesperado, te hace gol.

Me acordaré de tu lejana canción,
me acordaré que esta noche me ayudas,
ayer fui a ver a mi antigua ilusión
esa de que mejor el mundo hiciera,
que cuide las historias
que escribí desde que me dijo adiós.

Yo trepo como la histeria
y pierdo como el guión,
es todo como una pesadilla
a la que buscas solución,
me agarro a la barquilla
de este bote sin protección,
¡pero todavía mi vista ya cansada
aún busca un horizonte mejor!
Una lata de té sin razón
para esta alocada suspensión,
que progresivamente se difumina,
no cedas al odio...

Hoy fracaso, en esta misión,
aquí parado, y este banco no tiene atención,
una amalgama entre el aluvión
de la que mi alma no quiere ser fracción.

Me acordaré de tu lejana canción...

Y atento,
aunque mis sueños quemen como una llama
que nace joven pero que ya sabe lo que dura,
otros con suerte multicolor
y yo en undécima división
para entender tanta pasión que me contaste,
y luego quiero encontrar esa elección
que no tenga condición,
y que todo que si se va al traste
más allá de un final arbitrario,
la bendición nos esté buscando...

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