viernes, 24 de abril de 2009

24-4-09

No más lejos de los sueños
de los tiempos de variable,
y con el afán de los empeños
de volverse memorable.

A mi realmente me falta la idea
cuando se ven tales desquicios,
si en el fondo, y en lo que rodea
la gracia se va por los resquicios.

Es como llorar al agua,
o cambiarse de lado del río
pues la estrategia no se fragua
aun por pasitos, por resignación sonrío.

Y a falta de perder batalla
en otro campo se verá victoria,
que mientras bien se ensaya
esa bendición, se leerá otra historia.

viernes, 17 de abril de 2009

17-4-09

Salpicado una y otra vez,
bien a soñar me pude poner
y aunque con una y no diez
historietas pude componer.

Pues si nunca cambia la racha
y al tiempo de doce a doce,
que por dejar la cosa vivaracha
o todos, o sin locura que se goce.

Y si la suerte va de campeones
que por mi no quiero ser espejo,
no se resientan los corazones
que me pierdo con tanto reflejo.

Pues lo que sea, al natural,
por mucho que puedan contar:
que así el gris nunca sea neutral
y al final, en suerte y lejos siempre disfrutar.

viernes, 10 de abril de 2009

10-4-09

Silencio.
Así como las noches de mil estrellas,
que con velas y luces ya no diferencio
de nuestro camino, nos guiaban aquellas.

Temblor.
Bajo la piel, siempre vuelve lo olvidado
pero en tierra removida, mejor crece la flor
que en su lugar vive y no en lo equivocado.

Cambio.
Que no es cosa de estancarse
pues por voz de uno nunca es sabio
sin descaro, es solución entenderse.

Noche.
Más allá de las queridas sombras
antes de que se lo lleve un coche,
y lo que dirán de nuestras obras.

Lluvia.
Húmedo lamento de voz en trino
que del tiempo y su cerveza rubia,
mal de unos, y bien de otros su destino.

Futuro.
Que tan rugoso va y viene rodando,
no por cuatro y siempre será oscuro
y para juntarse nos vendrá volando.

Resplandor.
Pues no solo encontraremos
aun en lo peor, ser vencedor
y al final, por bueno todo veremos.

viernes, 3 de abril de 2009

3-4-09

En círculos reunidos
buscaban a la vida el sentido
y por alto los silbidos,
dos a dos, cambian el vestido.

Sin rebuscar en el fondo,
salen solas las palabras,
y lo que en los vientos escondo
al final lo descalabras.

Entre tanto que va y viene
falta a la verdad es papelón,
aunque voz en lo que nos concierne
siempre toparemos otro escalón.

Siendo cabeza y bola,
ver que no tengamos mal de alturas;
la suerte difícil que venga sola
aún si la bendición conjuras.