viernes, 26 de noviembre de 2010

26-11-10

Como cuando cantan los impares
más vale estar mirando a lo propio,
y no elegimos los mismos collares
de donde poco se saca limpio.
Cordura no es cosa de contagios,
ni quejas cuando ya no quede algo,
Quevedo aprueba mis plagios
si no me ando con remilgo.
A esta la locura que ya nos espera
de cuando chocan los que arrasan,
tanta rozadura aburre a cualquiera
y a los que se enfrascan, salpican.
Y al final, tantas historias perdidas
se monta el circo para desaparecer,
rescatando al propio salvavidas
y lo que el destino quiera torcer.
Pero seguiremos insistiendo
para libres poder así volar,
lo enrevesado acabará saliendo
y nuestra bendición tremolar.

viernes, 19 de noviembre de 2010

19-11-10

Ocurren a veces cosas resignadas,
demasiado tarde para tener sentido,
y no ves que delante van lanzadas
y te quedas mirando al que ha perdido,
el vecino te prepara el escaldado
de no querer ser expreso de envidia,
porque ni tan frío ni tan calado,
ya mañana será un nuevo día.
Cuando las acusaciones van y vienen
y te oyen las palabras del descaro,
es peor lo de aquellos que suponen
porque al que calla no le dan reparo.
La arena se quedó bajo la alfombra,
nada queda cuando ha pasado el fuego
pues de asistir ausentes a tanta maniobra,
ojalá mal salga el que entra en mal juego.
Así es hora, de renacer siempre verdes
aunque otros apostaron nuestro destino,
no nos miren por desastres o alardes
sino por los pasos buenos de nuestro camino.

viernes, 12 de noviembre de 2010

12-11-10

De lo enterrado entre las arenas,
se escuchó la voz de lo profundo,
la vida que corre por nuestras venas
no es cosa de perder en un segundo.

Porque somos más fuertes que el olvido
aunque creerlo no siempre queramos,
memoria, presente, verdad o ruido,
da igual, nunca al amor dejamos.

Y aunque nos lleven así al extremo
de nuestros errores no habrá sanción
si la amistad es el bien supremo.

Si hoy por mi, entonces por ti mañana,
y aunque ya no pudiera cantar la canción,
al final la bendición nos hará diana.

viernes, 5 de noviembre de 2010

5-11-10

En la vida, como con la verdad
todo duele y siempre podría ser mejor.
Habitualmente, gana el que sabe más callar,
como el más inesperado, te hace gol.

Me acordaré de tu lejana canción,
me acordaré que esta noche me ayudas,
ayer fui a ver a mi antigua ilusión
esa de que mejor el mundo hiciera,
que cuide las historias
que escribí desde que me dijo adiós.

Yo trepo como la histeria
y pierdo como el guión,
es todo como una pesadilla
a la que buscas solución,
me agarro a la barquilla
de este bote sin protección,
¡pero todavía mi vista ya cansada
aún busca un horizonte mejor!
Una lata de té sin razón
para esta alocada suspensión,
que progresivamente se difumina,
no cedas al odio...

Hoy fracaso, en esta misión,
aquí parado, y este banco no tiene atención,
una amalgama entre el aluvión
de la que mi alma no quiere ser fracción.

Me acordaré de tu lejana canción...

Y atento,
aunque mis sueños quemen como una llama
que nace joven pero que ya sabe lo que dura,
otros con suerte multicolor
y yo en undécima división
para entender tanta pasión que me contaste,
y luego quiero encontrar esa elección
que no tenga condición,
y que todo que si se va al traste
más allá de un final arbitrario,
la bendición nos esté buscando...