viernes, 19 de noviembre de 2010

19-11-10

Ocurren a veces cosas resignadas,
demasiado tarde para tener sentido,
y no ves que delante van lanzadas
y te quedas mirando al que ha perdido,
el vecino te prepara el escaldado
de no querer ser expreso de envidia,
porque ni tan frío ni tan calado,
ya mañana será un nuevo día.
Cuando las acusaciones van y vienen
y te oyen las palabras del descaro,
es peor lo de aquellos que suponen
porque al que calla no le dan reparo.
La arena se quedó bajo la alfombra,
nada queda cuando ha pasado el fuego
pues de asistir ausentes a tanta maniobra,
ojalá mal salga el que entra en mal juego.
Así es hora, de renacer siempre verdes
aunque otros apostaron nuestro destino,
no nos miren por desastres o alardes
sino por los pasos buenos de nuestro camino.

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