viernes, 22 de octubre de 2010

22-10-10

A ti que embadurnaste mi memoria,
suenan tan huecas las palabras
que la distancia volvió sombras
y nada se asemeja a la trayectoria,
a la larga, nos queda buen recuerdo
de las cosas que dejaste entre nosotros
y despegamos al vuelo cual albatros
pues siempre fuiste viento y nido.
Ahora encontramos desaparecidos
lo que llevó a ser tan longevos,
que darte de morros con los relevos
nos deja sensación de aturdidos,
que los que pueden hacer chantaje
son los que al final salen ganando.
Pase lo que pase, ahí seguirás estando
aunque decidan por nosotros el drenaje
del tiempo que nunca quiso pararse
y mil furias tan airosamente desatadas,
pues no serán las dudas contestadas
el que del mundo así quiera apearse.
Resumiendo, que no vale la pena el dilema
si al final todo va con el mismo esquema,
si todo fuera como dar tralla al poema
bendito sería nuestro afín problema.

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