lunes, 3 de marzo de 2008

29-2-08

Cuando juegas a dos bandas
a veces te quedas en el medio,
despistado y sin remedio
sin falta de debates ni camisetas.

Hay destinos que vienen y van
que lo de hoy cambia para mañana,
aunque subas al palo de mesana
no por saber el viento te traerá el pan.

Y aunque pierdas la jugada,
las caídas sean tontas,
y te enseñen a bailar con botas,
que una locura no te deje fastidiada.

Si volvemos al comienzo
no nos cieguen los disparates,
no importa lo que cantes
si al final mejora el lienzo.

He aquí la moraleja y edición,
más vale calado pero sereno y sincero
que poder dominar al aguacero;
¡haya pues, buen cierre, y bendición!

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