viernes, 4 de febrero de 2011

4-2-11

Caminando por la plaza que bullía
el millón de historias se contaba,
y siguiendo allí mismo cada día
mirando como el viento soplaba
como el balón que perdido venía,
y al aguante y valor encontraba
pues el pequeño del grande sabía,
y la respuesta era que no callaba.
Pues será aquel motor el que nacía
que entre tanto cambio llegaba,
pero al país del acero se saldría
si aquella luz prometida no brillaba,
que por tanto murmurar no valía
si al mirar cada puerta se cerraba,
y soñaba, cambiar de nido y volaría,
con olvidarse de buscar la aldaba
que cada noche es lo que desearía.
Y así desde lejos, simplemente callaba
mientras su suerte quizás sí regresaría,
porque era tanto lo que bien amaba
que la bendición pronto se hallaría.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Soy ese fan anónimo tuyo que de vez en cuando escribe por aquí pero no sabes nada de él xD

Era pa preguntarte si podías incluir un verso o un pareado en tu próximo poema para aquellos equipos, que, como el mío, han llegado a su declive y posible final.

Hasta siempre, elestel. No cambies nunca.

Elestel dijo...

Vaya, no lo leí a tiempo... pero creo que puedes interpretar esta parte como tal: "pero poco a poco, ceniza barrida
de un olvido, seca nuestras voces..."

Saludos!!!