viernes, 26 de marzo de 2010

26-3-10

Más allá de nubes y estrellas
de mis cuentos de botellas,
los que se perseguían uno al otro
sin parar siquiera para la foto.
Y desde el suelo,
hoy la rima va en dispar vuelo,
cada noche en más locura,
cada día su voz más oscura.
Porque a su agua la dieron cambio
y no quedó ni un rumor sabio,
o la señalaron tan confusa,
perdida en mar difusa.
Sin embargo, la queda la luz del sur
aun sin maneras de augur,
sabe que ya va por el camino
más allá de las ramas de aquel endrino,
si total, su viento es primavera
y siempre queda alguien que la espera.
Si bien ahora quisiera cerrar
y más ya otro verso no puede esperar,
trocando la consonante en canción
sea, por amigos y amigas, la bendición.

viernes, 19 de marzo de 2010

19-3-10

De calor y rojo
así vuleve el campeón,
y si yo paso y escojo
algo más que un calentón.

Tarde volvió la luz
por ceniza en mis tejados,
si la banda llegó en cruz
y los pobres vecinos afectados.

Más lo que yo subí
será tan difícil pues de verter,
si cuesta tanto como un rubí
mucho y largo para así convencer.

Y verde, y padre,
siempre más de lo ya merecido
y aunque la suerte ladre
al final, no hay nada como el amor conocido.

viernes, 12 de marzo de 2010

12-3-10

Desenchufado comenzó hoy el cuento
sin apelar a los que la meten picada,
hostiles debates más allá del azul viento,
la tierra que nunca debió de ser sangrada.
Si fuimos libres y a la vez hambrientos
calentando los motores para empezar,
qué fue del bien, la luz y sus cimientos
al dispersarse cuando atrás se quiso cruzar,
tanto es deslizar...
como queda el recuerdo de aquel jueves
y del ciprés, y del príncipe junto al camino,
pues así cayeron aquellas blancas nieves
que sacaron las vidas de lo anodino.
Todavía no ha dejado de temblar
lo que mis sueños un día amaron,
que ya ni siquiera pueden hablar,
como otros tan alto partieron,
que se estrellaron.
Pero no por ello no se van a construir
más arriba, del futuro nuestra la ilusión,
que no nos venga este final a obstruir
lo que más allá dará la bendición.

viernes, 5 de marzo de 2010

5-3-10

Te vigilo y me vigilas,
me miras y no tiemblas,
me fustigas sin sonrojo
menos de nada, basurilla, metal al rojo,
como caigo en olas de cuclillas
se me saltan hasta las muelas;
tus mentiras, mi despojo,
dirás que soy un poco flojo,
mi moral cae a la altura de las suelas,
y verso libre que alto vuelas
al infantil valor del anteojo;
pues me disfrazo, no pincho, y sin enojo,
mi paciencia de aquí a Bruselas
que la acompañan las zarzuelas;
el engaño me es cruel rastrojo
cual ciclogénesis en que me remojo,
pero sin perder las espuelas
que mi vida son eternas escuelas,
y para todos, poner mi corazón en desalojo
y acabar con la bendición, en feliz manojo.