viernes, 23 de abril de 2010

23-4-10

Al regreso de los lejanos destinos
bajo la sombra que salió del hielo
me buscaron los desatinos
que se olvidaron del cielo.
Si yo me pongo aquella gorra
y voy pasando por encima
bien merezco esa mazmorra,
y como loco por la colina.
Ahora que vuelvo a jugar,
ya sin el adalid del deporte,
no es hora de rezongar
del pasado y su resorte.
Pues no será mi repetido error
de beso, lluvia, ceniza, y falacia
por ir contrario al resquemor
y olvidarlo en cada estancia.
Volvemos a esta historia
cada día así está escrita,
que da igual entonces la trayectoria
pues nadie tiene corazón de pirita
y por ello aquí seguimos
tentando a cada esquina,
que al final es ese tesoro que vivimos
como feliz es nuestro vuelo de golondrina.

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