viernes, 27 de febrero de 2009

27-2-09

Navegantes de galaxias,
de cielos azul marino
ganadoras de las histerias
y jugadores del destino
de mano a mano, por tal sonaron
cazados por culpa cual sobraron,
destellos verdes de la fiesta
de don Carnal ganó la apuesta.
Pivotantes traicioneros
de la negación y pataleta
y no caiga del mal, esmero
con el miedo en la espoleta,
que del pobre al otro sacan
con la vuelta se destacan,
y por venganza desvanecieron
por el error que nos vencieron.
Y a los pares y los nones
del humor de aqullas chicas
que se vieron, hace eones
luego vas y no lo explicas;
total que por aquel guiño
no caiga la de aquel pobre niño
de nuevo, a la postre a la larga
ni pillarnos, en liza, sin recarga.
Y hete aquí la despedida,
cual no siempre bien aterriza,
incomprendida,
con tanta historia definida
y sea la suerte en igual medida.

viernes, 20 de febrero de 2009

20-2-09

Al mínimo recorte
de la historia con su porte,
sea bueno el nieto
o la fiesta que prometo.

Sin irse río abajo,
cualquiera que no quede sin rebajo,
que no haya lamento
y que del mar sean solo las olas.

Y lo de jugar al corre que te pillo
no sea cuestión del cepillo,
cedidos más que la confianza
no encasquillen la balanza.

Por el botón que no pulsamos
y del error que no queramos,
sea bendición a la taza,
y final a la luz de las farolas.

viernes, 13 de febrero de 2009

13-2-09

Si vivieras en un queso
sería fácil ver ventanas,
unas por corto y otras por exceso;
y quien no dijo relaciones malsanas.

Y cuando la cosa está que arde,
ya ni el descanso al final se puede;
por mínima a veces alarde
por máxima, ni adrede.

Distintas las medallas,
siempre al final del camino
esperando, al futuro ensayas
con bendición, valor y al destino.

viernes, 6 de febrero de 2009

6-2-09

Quien ha tenido tantas veces
por compañera la gloria,
es buen saber del de la historia
que de tiempos no hay escapatoria.

Pero no habría montaña sin suelo,
ni ríos sin arroyos;
aunque a veces falten los apoyos,
quien mira arriba echará el vuelo.

Y tampoco vamos a poner pegas,
al desliz de la fiesta,
o buscar salidas de forma honesta
mientras al pañuelo no te apegas.

También es recibir por la esquina,
desparecer presto
mientras se recorre molesto,
y se les ve de tan alta inquina.

Pues, que le vamos a hacer,
siempre paciencia,
y del cabezón con vehemencia,
de la broma pícara al placer.

Sin más, ya vez de despedirse,
bendición certera
que la concentración no se altera,
y darse tal cierre por no rendirse.