Vuelvo a mis versos,
y no encuentro a mis musas;
dicen mis pobres sesos,
que hoy quieren escusas.
Y al caer la noche,
temen en cada esquina,
o que no llegue el coche,
o sentir afilada espina.
Y si no eligen futuros
se lo crearon en sus sueños,
de ventosos días oscuros,
y torrenciales empeños.
Los que lejos llegaron,
que se pasaron, dice el coro;
sus ecos rotos engañaron,
ahora trazan línea y hacen foro.
No sucede nada y a veces torbellino,
que con cambiar una palabra,
ellos van, y yo creo en otro camino,
aunque su fuerza entonces descalabra.
Y con premura ante tal aventura,
invéntese así sus nuevas alas
sin miedo, ni terrores ni factura,
y un final y principio, con bendición, igualas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario