Ya floreció el almendro...
y ya no sé qué hacer
si vienen por todos lados,
no sabes en qué creer.
Si corríamos por las calles
huyendo de las nubes
y ahora nos miramos parados,
que el tiempo ha volado por nosotros
sobre las vías del tren.
Aunque el pasado dicen
que a veces se retira,
pero nadie quita sus rescoldos
como por mis sueños,
aún flotan sus guedejas rubias,
quieren ser libres, como aquellos
a los que un día el mundo
juntó demasiado.
Y la magia que susurraban
aquellos días no eran mentira,
un anhelo en su retina;
quizás más lentos ahora
pero felices en su rutina.
También pido perdón,
ahora que sé porqué me miras,
me equivoqué tantas veces
y hombro por mano tuve tentación.
Que la Luna se vuelva dorada
si en mis fantasías no vuelves,
ahora que empezamos
a creer en nuestra fuerza.
El futuro no es lo que fallamos,
¿sabes? Tenemos tanto por delante...
Quisiera antes de volver a despedirme,
que tus pequeños fallos fueron tu grandeza,
no sé si tuvo sentido amarte
pero nazco a partir de ese recuerdo,
sentirme bien, sentirme fuerte,
por ti y los demás ahora tiene sentido.
Y si busqué tanto su bendición,
cuando cierren, sé que volverá para mirarme,
pues ya floreció el almendro...
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