viernes, 28 de diciembre de 2007

28-12-07

Y aquí el año se acaba
como tantas cosas siempre,
corrió veloz diciembre
con lo tranquilo que estaba.

Mucha fiesta y jolgorio,
más en blanco que ninguna,
de alegrías hagan suma
y más de un gasto innecesario.

Y si de regalo viene un tren
y aunque la suerte se reparta,
hay cosas que echaremos en falta
cerca o lejos, y a los que ya no estén.

También hay donde no tienen esa suerte,
sea riqueza o decaiga en violencia,
que nos llegue la paz y la conciencia
por año y vida, nuevamente.

Y así, ese sueño de felicidad por Navidad,
no se borre, ni en nada se quede,
que en buena mano, si se quiere se puede;
así como buenos mods, ¡dadnos esa bendición, y cerrad!

viernes, 21 de diciembre de 2007

21-12-07

Dicen, que a los valientes les ayuda la fortuna,
que la luz, es la ilusión de un reflejo,
que la felicidad, la porta un conejo,
y que lo bueno de la vida, nos viene de propina.

Tampoco se logra todo a base de emoción,
ni sacaré fuerza de lo que escriba
(que ni por copia, me darán de lo que viva);
hay más y menos, pero no da la sensación.

Y es que entre tanta cena e importante duelo,
nos llega todo por arriba, y deprisa,
vivimos todo en permanente cornisa
y nuestra mente, nunca alza el vuelo.

Había una vez un tiempo, en que la gente se hacía feliz,
había calor frente al frío, y juntos, reinaba tranquilidad;
Sin despilfarro e hipocresía, sólo calma y verdad,
pero ahora ya ni eso, sin desperdiciar un desliz.

Pero, porqué no creer ni pensar
por un instante, sentirse en paz,
para una sonrisa compartida en tu faz,
porque si quieres se puede, no lo dejes escapar.

Y aunque es cierto que puede que nunca cambie,
con el blanco tiempo, no es hora de temer,
haya o no suerte, siempre vuelve a nacer,
como éste cierre y bendición, y a la navidad con buen pie.

viernes, 14 de diciembre de 2007

14-12-07

Sentado en una roca junto al mar, miraba la luna al final de su camino. Hacía poco que había anochecido, y aún quedaban rastros de luz en el horizonte. Sintió frío, pero no era lo que más temía. Se volvió a colocar su gorra azul con parsimonia, aquella gorra que rescató del baúl donde la había dejado el año anterior.

No son aquellos realmente a los que tememos,
por mucho que queramos correr tras el futuro
pues llegará a su debido tiempo y momento, seguro;
mientras se pueda, hay que estar junto a lo que amemos.

Sombras, eso era lo que a veces sentía en su corazón. No ver, no creer, no sentir, no pensar. Pero no podía dejarlo. Quería volver, pero su mano sólo acariciaba recuerdos que se esfumaban. Tristeza o locura, ¿qué más daba? Por momentos, se imaginaba como dos partes, dos piernas, que juntas quisieran llegar a un mismo sitio, pero no se pusieran de acuerdo.

Y qué sueñas, qué prometes, qué quieres creer;
en verdad, te sientes siempre joven,
no dejes que tu tiempo roben,
que por alguna vez, te toque perder.

Silencio, y luego las olas del mar. Y quizás no tanto frío como el que esperaba. ¿Podría cambiar su futuro? Bueno, estaba todo por intentar. Bajó la vista y suspiró. Puede que la respuesta estuviera más allá del mar o de las montañas, en aquel olor que tan pocas veces podía percibir con tal infinitud, o aquellos trazos de cielo, que definían todo como nuevos misterios.

Y entonces, quisimos creer para ver,
un nuevo resurgir de nuestra paciencia;
es caer, en esa tenue inconsciencia,
también despertar, y cada día algo nuevo saber.

Aunque tiemblen mis fantasías de agua y piedra,
que no se tuerza el camino, que roza la felicidad;
que se tercie, y sea paz, verdadero espíritu de navidad;
y así bien pues termino, y hállese la bendición del que lo cierra.

viernes, 7 de diciembre de 2007

7-12-07

Hay veces que en verdad se oyen
las voces profundas de los pueblos,
unas son guías, y otras templan anhelos
quizás no dejen que ni el tiempo ni el poder las arroyen.

Puede que se creen confusiones
y quizás falte una misma dirección,
pero no le busques condición
que lo que cuenta son los finales.

Y aunque alguno nos tenga en vilo y no se decida,
que al final, cumplir los sueños con tesón,
amistad y amor, es lo que queda de esta vida.